A pesar de los empachos navideños, ahora mismito me comería un pastel de nata. De los de Belém (pasteis de nata, en portugués). Me habían hablado de ellos pero, como todo o casi todo, hasta que no lo pruebas no lo sabes bien. Y para los lamineros como yo, es una tentación irresistible. Y mucho más, después de una agotadora jornada a orillas del Tajo visitando la Torre de Bélem y el Monumento de los Descubrimientos, entre muchas otras cosas.
10 comentarios:
Estan buenísimos. ne te pierdas tampoc el magnífico Bacalhau à bras, etc etc. Y sobre todo, pierdete por el tiempo en el barrio de Alfama!
Obrigado!
Ainsssssssss¡¡¡¡ qué recuerdos.... Y con la niebla... aquellas callejas... ¡pura maravilla!
besos
Has ido a escuchar fados?
Algun dia me gustaria visitar esos sitios :)
mmmmm... :S no me digas eso, que yo soy goloso goloso!!
Si es que para los que sois golosones esos pasteles son la perdición. A mí ya sabes, no me hicieron ni fú ni fá :S
Jo, hace siglos pero todavía me acuerdo de esos pasteles, de Sintra y de la limonada de Lisboa...
Pues yo me voy a tomar un café y una
" marquesa " ( que no será igual pero
consuela ) Ñam...!!:-))
y yo q he estado 6 veces en lisboa y nunca los llegué a probar.. jaja
Y sigo sin olvidar ese sabor dulzón...
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