Las chanclas también son solidarias

Una de las cosas que más me gusta cuando llega el buen tiempo es olvidarme de los calcetines por unos meses. Lo de ir descalza es un placer, sobre todo por la hierba o la arena de la playa. Ah, también para conducir. Creo que he nacido para llevar los pies al aire... o, como mucho, con unas sandalias. O, en su defecto, chanclas.

Pues bien... hace unos días descubrí las nuevas havaianas. Ya sabéis, las chancletas brasileñas multicolores con la tira entre el dedo gordo y el índice. Para los curiosos: están inspiradas en unas sandalias japonesas llamadas Zori. ¡Lo que es la moda! El caso es que me parecieron monísimas. Esta temporada se llevan tobilleras, en tonos flúor y muy glamourosas. La comodidad viene de fábrica, y la solidaridad en cada zancada.

Resulta que, además de ser hiper frescas, contribuyen con el medioambiente. Concretamente, con el Instituto de Pesquinas Ecológicas (IPÊ), que protege los bosques de Brasil a través de investigaciones, proyectos de educación ambiental y programas de conservación. ¿Cómo lo hacen? Donando el 7% que recaudan con la venta de las chancletas "selváticas" que forman parte de la colección diseñada por la artista americana Shirley Felts.