8 de julio de 2009

Aventuras en la Isla de Rügen (II parte)


22:25 h. Volvemos al campamento base. Nos montamos en el coche y nos vamos al pueblo en busca de un sitio para cenar. Mientras salimos, evito mirar los muros fríos de un edificio que una vez sirvió de cobijo al ejército nazi. Stop. 22:35 h. Llegamos a Binz. Para hacerse una idea más concreta: el pueblo de los malditos. Tal cual. Stop.

22:40 h. Caminamos en dirección a la calle principal. Los edificios, blancos impolutos, parecen haberse quedado en los años 40. Apenas se oyen ruidos. Stop. 22:45 h. Muertos de hambre, y con un escalofrío continuo nos sentamos en un restaurante italiano. Pedimos pizza de verduras mientras los comensales de otras mesas, turistas de medio pelo que beben enormes cócteles de colores con extravagantes adornos frutales, nos observan curiosos. Stop. 23:00 h. La camarera polaca nos trae la cena. Cuál es mi sorpresa cuando compruebo que el ingrediente principal es la guindilla. Stop. 23:30 h. Volvemos al camping con la única pretensión de meternos en el saco para que se haga lo más pronto de día. Stop.

22:40 h. Cruzamos la entrada. Nos percatamos, atónitos, de que unas luces intermitentes nos alumbran. Es el vigilante del recinto. Stop. 22:45 h. Con voz rasgada y casi gritando nos advierte de que está prohibido aparcar en el césped. ¿Qué césped? Me pregunto yo, si sólo hay hierbajos secos cubriendo el suelo. Stop. 22:50 h. Con el coche bien estacionado, abrimos la tienda con ansia. Una vez dentro, nos sentimos a salvo. Stop.

5:21 h. Me desvelo. Con este sol es imposible conciliar el sueño... aunque el tritoncillo duerme como un niño. Stop. 8:05 h. Después de casi tres horas de sueños interrumpidos me levanto. Stop. 8:37 h. Están limpiando el baño. Primer problema del día. Stop. 8:45 h. El tritón, recién levantado, tiene la solución. Stop. 9:00 h. Hora de desayunar. Stop. 9:25 h. Ahora lo veo todo de otro color. Luce el sol y huele a mar. Me pongo el bikini y nos vamos a la playa. Stop.

10:00 h. Ponemos nuestra particular sombrilla de cuadros escoceses, extendemos las toallas, nos damos cremita y nos tumbamos en la arena. Stop. 10:15 h. Me incorporo instintivamente. Giro la cabeza hacia un lado, hacia el otro. Es una playa nudista, pero muy nudista. Stop. 10:20. Respiro hondo y me vuelvo a tumbar. A estas alturas de la película esto es lo último que me haría temblar en la Isla de Rügen. Punto final.

6 comentarios:

abril en paris dijo...

Parece una pesadilla..
Imagino que al vivirlo te dan escalofrios y luego al recordarlo
un montón de risas..!!

¡ Qué sea leve !

Un besito

uncentimo dijo...

jeje, es que cuando el día se cruza, se cruza.
besitos

migue dijo...

grandes las aventuras de fuera de nuestras fronteras...¿estás aprendiendo inglés por ahí? mucha suerte...

saludoss

Nalda dijo...

Abril: la verdad es que era tan peliculero todo que nos partimos de risa "in situ".

Ict: se cruzó "entre comillas" porque me lo pasé bomba.

Migue:... y las que me quedan!!! Yes, I´m improving my English!!! Eso sí, disfrutando a tope de las vacaciones.

Besicos para todos

Tempus fugit dijo...

El estilo, me recuerda a "Sin noticias de Gurb" :)
¡Vaya vacaciones!


besos

Nacho dijo...

Sigo todas vuestras aventuras berlinesas, desde la costa de Montevideo. Lo que son las cosas. Me alegro de que todo vaya sobre ruedas...

Y ya puestos, copio el mismo comentario para los dos blogs (¿qué dos blogs se preguntará la gente?), y os pregunto:

¿para cuando un blog común? ¿no sería mucho mejor que estar lanzando indirectas en cada post hacia el otro blog?

Que poco pragmatismo por Dios...
Besos enormes a ambos (otra indirecta "interbloguera")