Rojo o verde, que más da. El hombrecillo del semáforo (Ampelmännchen en alemán) me parece genial. Entrañable, para ser más exactos. Está en todas partes: bolsos, camisetas, vajilla, sábanas, electrodomésticos... Vamos, en todo lo que se puede grabar, coser, pegar, serigrafiar o manipular de alguna manera. Todavía no he decidido en qué superficie lo quiero, pero un hombrecito con sombrero me llevo estampado en alguna parte.
De momento, cruzo los pasos de peatones con un civismo impecable. Ni prisas ni agobios. Me encanta ver el muñequito con los brazos extendidos y, luego, dando un pasito hacia delante. O viceversa. Son tan monos...
Por lo visto, estos semáforos se instalaron en la parte Este de la ciudad cuando ésta fue dividida por el muro en dos partes. Al reunificarse en 1990, no sólo se conservaron si no que muchos de los semáforos de la zona Oeste se sustituyeron por éstos, que hoy son todo un símbolo nacional.
6 comentarios:
Me has de perdonar mi atrevimiento... pero yo me lo imagino estampado en ropa interior...verde delante....rojo detrás. :)
besos
... los verdes de mi ciudad son animados..
Mira que he estado acupadilla y hacía tiempo que no me pasaba por aquí ¡y lo que me perdía! he tenido que estar un buen rato poniéndome al día en tus post. Y cada cual me gusta más. Me siguen encantando tus fotos y los comentarios que pones. Desprenden mucho calor, mucho sentimiento.
Disfruta de esas vacaciones!
De cenizas: mmm, seguro que también hay lencería. Echaré un vistazo y te cuento!! jiji.
Guitarboy: ¿se les mueven las patitas? Guauuuu!!!
Marta: qué bien saber de ti... ¿Dónde te escapas este verano?
Baci
Parece que está esperando un abrazo, el pobrecín.
Realmente curioso..!
Parece que tiene dos perfiles y que
sonrie !!
Bonita foto con su pequeña historia
Bs.
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