29 de agosto de 2009

El síndrome de Amélie

No me canso de ver Amélie una y otra vez. Hoy la he vuelto a ver -con mi tritón- por... ¿sexta vez? Ya he perdido la cuenta. Lo que no se me borra es la sonrisilla de tejón que me provoca esta fábula de Jean-Pierre Jeune. No sé, me hace sentir bien. El enanito del jardín, el barrio de Montmatre, el hombre de cristal, el álbum de fotos-robadas... En cada detalle, hay algo que merece la pena y que, por suerte, cada uno descubre e interpreta a su manera.

Emocionarse con un cuadro de Renoir, escuchar a la vecina del primero, hacer reír a un compañero de trabajo, devolver la ilusión a un ser querido y querer ser feliz como Amélie Poulain es contagioso. Eso sí, lo de aprender francés, cortarse el flequillo, espiar al otro lado del cristal, elucubrar lo inescrutable y planear encuentros casuales es más que una obsesión.

10 comentarios:

abril en paris dijo...

Un personaje delicioso,ver la vida através
de sus ojos es una gozada !

Bss.

luciérnaga dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
mono dijo...

me encanta esta peliy
cada detalle de ella!!!

migue dijo...

yo vi esta peli cuando la sacaron en el cine, ni siquiera sabía lo que me iba a encontrar y me sorprendió mucho...odiada por algunos y amada por otros...a mí esta peli me trae recuerdos de la persona con la que la fui a ver, así que siempre tendré un buen recuerdo de ella

Muchas gracias...aquí estoy en mi primer día de curro desubicado totalmente

abrazo

Nacho dijo...

Lo mejor de Amelie se llama Yann Tiersen.

Curiosa, en según que partes empalagosa, no tan original como parece y profundamente sobrevalorada.

Aunque entiendo que esa estética pueda con la mayoría de los mortales.

Prefiero "La ciudad de los niños perdidos".

elena relucio dijo...

yo tampoco me canso de verla, he perdido la cuenta...
después de verla, me voy feliz a la cama.

migue dijo...

je...ya te digo, salió un poco canijo y cabezón jajaja

yo no lo he visto en persona, está pendiente...

abrazo grande

Nalda dijo...

¿Os acordáis de esos maravillosos versos de Hipólito que Amélie escribió en la pared? ¿Esos que decían "Sans toi, les émotions d'aujourd'hui ne seraient que la peau morte des emotions d’autrefois"? Pues eso lo resume todo: sin emociones no vale la pena vivir.

Un abrazo fuerte a todos

GUIZMO dijo...

Aunque con un exceso de ellas tampoco es bueno. Sin más análisis, preciosa película. Hacía ya tiempo que no la veía...

peibol dijo...

Yo tampoco me canso de verla, y siempre que lo hago, pienso que existen dos tipos de personas: Los que saben disfrutar de la película y se contagian de ella, y los que la ven sin más, como una extravagancia ingenua y entretenida.

Los primeros estamos hechos de una pasta especial :)