28 de septiembre de 2009

Al rico laurel

No puedo resistirme a una invitación para ir de pinchos a la calle Laurel. He perdido la cuenta de las veces que he disfrutado de los placeres gastronómicos de Logroño, incluido el vino, que no necesita presentación. Por no mencionar el encanto de sus pueblos, la magia de tantos rincones solapados de historia, la belleza de los lares verdes, la amabilidad de sus gentes...


Este fin de semana tampoco pude decir que no, y volví a "laurelear" por los lugares de siempre y por otros nuevos. Un viaje de "familia" se mire por donde se mire.

5 comentarios:

GUIZMO dijo...

Ese foie de La Tasca del pato que me quita el sentío!!!
Fuyu me dice que podíamos haberle guardado uno ;)

Nalda dijo...

La próxima vez (que será pronto, ya lo sabes) nos llevamos el tupper. Todo sea por la alimentación de Fuyu!! jiji. Besiños

migue dijo...

mmmm...tapeoooo
pd: de palabra de confirmación "remate"

begusa dijo...

ir de tapas... (pinchos o sucedáneos) es una de las cosas que más echo de menos...
besitos pasados por agua,

abril en paris dijo...

Uhmmmm ¡ pero que pinta más buena !
Aqui en el valle de olid tambien disfrutamos de unos bunisimos pinchos
hace poco en Ferias la ciudad era
un puro chiringuito para degustar.

Abrazos con la boca hecha aguaaaaa !!
XD XD