7 de septiembre de 2009

"El chucuchú del tren"

Hablando del Rey de Roma, levanté la cabeza y ahí estaba, montado en el tercer vagón. Me miró con esa carita de ángel y, mientras se alejaba, no pude evitar la risa. Una risa sana, cómplice y esperada que sólo se oye cuando el tren pasa dos veces por la misma estación y el asiento del viajero ausente deja de estar vacío.

4 comentarios:

Tempus fugit dijo...

A rey muerto...rey puesto.


besos

migue dijo...

los amores pasados ahí quedan...

abrazo

GUIZMO dijo...

Si es con risa sana vale. Pero nada del dichososo facebook porfavore ;)

Nalda dijo...

Uyy, al rey lo destronaron hace tanto tiempo que no merece la pena ni tratar de recordarlo. Como bien decís, lo pasado pasado está.

Guizmo, con lo mono que sales en la foto!!! jiji. No temas, que eso se queda en casa.

Un besote para los tres