Retiró el plato y los cubiertos. La mesa quedó impar. En el último momento, le pudieron más los prejuicios y dejó huérfana a la vajilla. Aunque el sabor a queso de cabra con mermelada devolvió el ánimo a los comensales, que recobraron el apetito con una deliciosa fideuá.
Si no fuera por los "tupper"...
2 comentarios:
De acuerdo. A las 7 de la mañana, no. Pero a la hora de comer, quien sabe si son de tupper ware o recien hechos...
Vale, ya tengo veredicto. Tres días después de permanecer en tupper tengo que decir que era un magnífica fideuá. Bravísimo a la chef ;)
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