28 de agosto de 2009

Fuera de control


A diez mil revoluciones por minuto. A veces es inevitable sentirse así, en lo más profundo de una turbina fuera de control.

8 comentarios:

La chica dijo...

Tras el centrifugado siempre viene la calma. Luego, a secarse las lágrimas al sol.

Tempus fugit dijo...

El lunes me meto ya en la centrifugadora... hasta navidad. :(


besos

elena relucio dijo...

y a veces, todo gira tan lento, que un minuto dura horas...

Mauricio Milano dijo...

Cerca de la Revolución (?)

fue la frase que se me ocurrió para completar esto, o al menos darle mi toque personal. Saludos!!

Nacho dijo...

Espero que no salgas muy mareada del centrifugado. A la espera de tus noticias...
Besos.

Nóinín dijo...

siempre es más emocionante que estar parada..

beso!

Nalda dijo...

El que no haya sentido nunca el vaivén del centrifugado que aprenda a poner la lavadora, que ya es hora!!! jiji.

Ya estoy al sol, como nueva.

Besiños a todos

begusa dijo...

cuando te sientes así durante tres días seguidos... quieres darte con un mazo en el estómago a ver si así paras la lavadora...jajaja