8 de agosto de 2009

Ensalada de tomate

Después de mucho tiempo, es el primer fin de semana que me quedo en casa. Lo necesitaba. No sólo para descansar después de una intensa semana de trabajo, también para disfrutar de la tranquilidad que reina en agosto en cualquier gran ciudad. Ni atascos, ni filas, ni agobios, ni prisas, ni ruidos... sólo calor.

Aprovecho para hacer todo aquello que tenía pendiente o, simplemente, para no hacer nada. Escucho música y mi cabeza se traslada a un universo paralelo donde no es necesario pensar. Calma. Me ducho, hago la cama, abro todas las ventanas y me tumbo en el suelo. Relax. Juego con mis perros y bailo descalza sobre la hierba. Bienestar. Cojo los tomates maduros que asoman de la tomatera y cierro los ojos sin más. Felicidad.

Aunque media España esté de vacaciones, yo no necesito más. Bueno, aceite y sal.

6 comentarios:

Eo dijo...

La sal eres tú misma ¡resalá! y el aceite seguro que tienes quien te lo de...¡a disfrutar!

migue dijo...

hola! como va todo?
pues en realidad es mi versión de la portada de un disco que escuchaba mucho mi hermana mayor cuando ella era adolescente...a veces veía por ahí el cassette y la portada me llamaba mucho la atención (yo era un niño), me parecía una escena extrañísima, como religiosa...me daba hasta algo de miedo jajaj... y el disco mola, es algo como grunge...muy de los 90, algo que ya no se escucha mucho

A seguir disfrutando!

Tempus fugit dijo...

Qué suerte¡¡¡¡ Tomates con gusto a tomate, directos de la tomatera.
Feliz pazdesemana :))


besos

La chica dijo...

Y pan!!

Estepa Grisa dijo...

Yo también tengo tomateras, y gracias a ellas recuerdo cómo son los tomates de verdad: rojos, maduros, nada de arenosos y huelen y saben a tomate.
Cada vez que los compro en las fruterias pienso que me estan engañando y me quieren vender otra cosa verde, dura, arenosa, inholora e insípida.
Los pequeños placeres de la vida... :)

Nalda dijo...

La verdad es que es un gustazo poder comer auténticos tomates (sin ningún tipo de producto químico). Y también pepinos y berenjenas, que no lo había dicho.

Un besazo a todos